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Con poco menos de dos meses para que ruede el balón en el partido inaugural del mundial de Qatar 2022, el mundo se prepara para viajar al país del petróleo o para ver las transmisiones de televisión. Y en esa espera aparecen cifras que dejan la boca abierta: el de este año será el mundial en el que más dinero se ha invertido. En efecto, por las condiciones concretas de Qatar —ser un país en medio del desierto y de no contar con una tradición futbolera— se han invertido 220.000 millones de dólares en la puesta en punto de los escenarios deportivos y en los detalles para recibir a las selecciones nacionales y a los miles de aficionados al balompié.
Entre esa cifra y la invertida por Brasil —el segundo mundial más costoso— hay un abismo de diferencia: los cariocas invirtieron 15.000 millones de dólares. El tercer puesto en el podio lo ocupa Rusia, que gastó 11.6000 millones de dólares. Todas estas cifras hacen palidecer el gasto que tuvo Alemania en la organización del mundial de 2006: apenas 4.300 millones de dólares. Las cifras las reveló el portal Statista, que además dio a conocer el podio de las selecciones más costosas que competirán por el trofeo mundial
Según el portal —que tasó las cifras en euros— de las tres selecciones cuyas nóminas son las más costosas en el mercado de pases dos son europeas. En efecto, Inglaterra (1.290 millones) y Francia (1.060 millones) cuentas con los jugadores más caros. Brasil —pentacampeona del mundial— está muy cerca (1.010 millones). Argentina (627 millones) y Uruguay (395 millones) están en el séptimo y noveno peldaño. “Europa representa aproximadamente dos tercios del valor de todos los equipos participantes”, cierra el informe de Statista