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Vuelve y juega. El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, culpó al gobierno de Colombia de un problema de su país. En este caso, por el presunto atentado que sufrió el pasado sábado durante un acto público.
A un día del cambio de gobierno en nuestro país, la relación con la nación vecina, con la que compartimos 2.219 kilómetros de frontera, está en un punto crítico: de un lado, los señalamientos que ha hecho el gobierno de Maduro y las declaraciones del diputado Pedro Carreño, que en días pasados aseguró que Venezuela está lista para atacar a Colombia; del otro, los intentos que hizo el gobierno saliente para mejorar la relación.
Se hizo lo que se pudo
“El gobierno ha hecho todos los esfuerzos para tener una relación sensata dentro de los límites de la cordialidad y la diplomacia, Maduro no ha permitido tener una buena relación”, asegura Andrés García, experto asociado al Instituto para la Transiciones Integrales. A pesar de las negativas por parte del gobierno bolivariano, el país sigue siendo prioridad en la agenda internacional de Colombia, junto a Estados Unidos.
El experto hace hincapié en la importancia de que se sigan buscando soluciones para fortalecer una salida democrática y seguir rechazando cualquier intervención militar. Su llamado: que en Colombia se hagan todos los esfuerzos para continuar atendiendo la crisis humanitaria de los migrantes venezolanos.
Es tal el rechazo de Maduro a Colombia, que a menos de tres horas del posible atentado que sufrió, culpó a “la ultraderecha” y a Juan Manuel Santos de ser responsables. Al respecto, García explicó que, antes que nada es necesario que se realice una investigación a fondo para esclarecer los hechos y evitar manipulaciones políticas de lo ocurrido. Hay todavía mucha confusión sobre lo sucedido y se manejan varias hipótesis que no están corroboradas. Para muchos, al culpar a Santos de este hecho sin ninguna prueba, el gobierno de Maduro busca desviar la atención de los problemas de su gobierno, una narrativa que no es nueva en su discurso.
Finalmente, señala que será necesario realizar una investigación para conocer a fondo qué fue lo que pasó “antes de desestimar cualquier hipótesis”.
Una salida dialogada
Cuando Iván Duque era candidato a la Casa de Nariño, aseguró que no reconocería la presidencia de Maduro y que denunciar la dictadura sería su deber, pero el mandatario electo está llamado a buscar una salida dialogada al conflicto. Mauricio Velásquez, profesor de la Escuela de Gobierno de la Universidad de los Andes comenta que “Colombia tiene todo que ganar de una salida negociada al conflicto y todo que perder de una salida militar”.
#Maicao| No vamos a reconocer esa pantomima de elecciones de Venezuela. Vamos a ejercer toda la diplomacia para acorralar al dictador y que haya un tránsito democrático. #DuqueEsGuajira pic.twitter.com/Ln0bVstgLC
— Iván Duque (@IvanDuque) 15 de mayo de 2018
#CESA Nuestro deber moral es denunciar la dictadura de Nicolás Maduro. Como Jefe de Estado denunciaré al régimen dictatorial del vecino país y coadyuvaré para restablecer la democracia y las libertades en Venezuela #LosJóvenesPreguntan #DuqueConLosJóvenes
— Iván Duque (@IvanDuque) 12 de abril de 2018
Por esto, será necesario buscar una respuesta que incluya todas las perspectivas políticas y evite el lado bélico. Y es que casos como el de Afganistán e Irak muestran que las salidas militares no producen transiciones estables y no cambian, por mucho, el equilibrio del país. La solución queda, entonces, en manos de Iván Duque y Nicolás Maduro.