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El ambiente socio-político en Venezuela se sigue calentando ad portas de las elecciones legislativas de este domingo, las mismas que sectores de la oposición califican como una farsa, cuyo único propósito es aniquilar el último frente opositor al régimen de Nicolás Maduro.
Cabe recordar que Juan Guaidó, presidente interino de Venezuela y reconocido como tal por más de 50 países, ha sido el promotor de un plebiscito programado para el mismo día en el que consultará a la ciudadanía si valida los resultados de los comicios legislativos y si el heredero de Chávez debe dejar la Presidencia.
Con respecto a esta consulta, Maduro hace poco contestó que acepta el reto y dejará su destino en manos del pueblo venezolano. Según aseguró durante estas declaraciones, si la oposición triunfa estará dispuesto a dejar su mandato.
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Ante la desconfianza en torno a las votaciones para la Asamblea Nacional -en donde triunfó la oposición al conseguir 112 escaños de los 167 totales en 2015- el canciller venezolano, Jorge Arreaza, invitó a todos los embajadores acreditados en el vecino país a ser veedores de las urnas.
De acuerdo con Indira Alonso, presidenta de la Comisión Nacional Electoral (CNE), en las elecciones del domingo participarán 1.500 observadores nacionales y 200 internacionales. Sin embargo, Guaidó se mostró confiado en que la comunidad internacional no otorgará su reconocimiento a esos resultados.
En este punto, es necesario precisar que los partidos de oposición decidieron no participar en las elecciones legislativas, especialmente por la intromisión del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) -señalado de ser afín al chavismo- que puso al frente de estos colectivos políticos a antiguos miembros expulsados por mantener tratos secretos con el oficialismo.
La atmósfera se pone más tensa debido a los rumores de protestas para las que el chavismo ya se prepara con 350.000 policías, en su mayoría integrantes de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB).
Así las cosas, la región latinoamericana vuelve a poner sus ojos en Venezuela y estará a la expectativa del desarrollo de esta jornada electoral legislativa a la que, por ejemplo, la Organización de Estados Americanos (OEA) ha cuestionado.