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El paso que se sigue para recuperar la casa de máquinas

El corazón de Hidroituango tiene daños considerables, pero volverá a latir cuando EPM ejecute el plan de obras que permitirá, entre otras cosas, llenar la oquedad. En 2021 generará energía.

04 de abril de 2019
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Durante 271 días el agua del segundo río más caudaloso del país se desvió por la casa de máquinas de Hidroituango, con una presión promedio de 1.200 metros cúbicos por segundo (m3/seg.), en una caída libre de 100 metros, es decir, con la fuerza de 1.200 toneladas por segundo.

Los nueve meses hicieron mella en el corazón del proyecto hidroeléctrico. Las estructuras donde se iban a empotrar los generadores uno y dos (son ocho) quedaron semidestruidas y una parte de la pared de la almenara, caverna contigua a la casa de máquinas, quedó convertida en piedras de gran tamaño, tal como lo pudo apreciar EL COLOMBIANO durante un recorrido al interior de la megaobra.

La potencia del agua también dañó, parcialmente, dos túneles de desviación, formando un socavón de 80 metros de alto que tuvo en vilo el futuro del proyecto entre enero y febrero pasado.

Cabe recordar que entre el 10 de mayo de 2018 y el pasado 5 de febrero, el río tuvo que desviarse por los túneles uno y dos de captación de las cavernas, luego del colapso de la galería auxiliar de desviación registrada el 28 de abril de 2018, origen de la emergencia.

“El efecto debió haber sido mayor, encontramos una caverna con toda clase de suciedad pero estable. Se deben hacer refacciones pero la bóveda no se desplomó en la zona norte (donde caían las captaciones uno y dos) y las paredes están firmes”, dijo Jhon Maya Salazar, vicepresidente de EPM.

Avanza la estabilización

Desde el cierre de la segunda compuerta, el pasado 5 de febrero, un equipo de operarios ha evacuado 35 metros del agua que quedó alojada en la caverna. Aún quedan seis metros inundados pero el diagnóstico inicial permitió a EPM confirmar que los generadores tres y cuatro empezarán a operar en el segundo semestre de 2021.

William Giraldo, vicepresidente de Generación de Negocios de Energía de EPM, explicó que los túneles de captación estaban diseñados para evacuar 166 m3/seg; sin embargo, durante la contingencia estuvieron recibiendo 500 m3/seg., por lo que se preveía una afectación mayor.

Contó que al momento de la inundación (10 de mayo de 2018), estaban instalados equipos avaluados en 110 millones de dólares.

Los equipos perdidos, dijo Giraldo, los pagará la póliza. Añadió que en la bodega tienen seis generadores listos para instalar, una vez se estabilice la caverna. El primer generador, que iba a entrar en operación el 28 de noviembre pasado, tenía un avance del 86 %, mientras que el segundo generador estaba en un 60 %.

“Tenemos tranquilidad con lo que hemos encontrado. Las afectaciones que tenemos son recuperables. Las tres cavernas (almenaras, casa de máquinas y transformadores) están en pie”, informó.

Giraldo señaló que el proyecto, que antes de la emergencia tenía un 87 % de ejecución, hoy está en el 70 %, con un valor estimado de $14,2 billones, $2,8 billones más de lo presupuestado.

Un enorme hueco

A principios de enero y, tras realizar una serie de perforaciones para airear el macizo rocoso, fue detectada una socavación que unía los túneles uno y dos de captación, por donde estaba siendo desviado el cauce del río Cauca. El hallazgo aceleró el cronograma de cierre de compuertas de casa de máquinas.

Giraldo confirmó que el socavón tiene 80 metros de profundidad y 20 metros de ancho, por lo que se requerirán 55.000 metros cúbicos de piedra menuda para taponarlo y, después, se asegurará con pernos a la roca. Este proceso tardará 20 meses.

Así mismo, EPM contratará este mes un estudio patológico para verificar el estado de las estructuras subterráneas, informe que será la base para el diseño de las reparaciones que se requieren.

Taponamiento de túneles

El otro frente de trabajo en Hidroituango es el sellamiento definitivo de la galería auxiliar de desviación y del túnel derecho, el mismo que generó la creciente de 6.000 m3/seg. del pasado 12 de mayo que destruyó 70 casas y dejó 600 damnificados en Puerto Valdivia. Por eso la alerta roja se mantiene en este corregimiento.

Para levantar ese estado, EPM debe sellar ambos túneles. En el derecho, el prioritario, se avanza con perforaciones de 50 metros, desde otro túnel denominado galería intermedia, para inyectar concreto hasta que se forme un pretapón.

En la galería auxiliar se trabaja en el reacomodo de las compuertas que se descarrilaron durante la emergencia. Ambos procedimientos culminarían a mitad de año, lo que permitirá levantar la alerta aguas abajo.

60
días han pasado desde el cierre de las compuertas de la casa de máquinas.

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