Antes de lo que se esperaba, el presidente Juan Manuel Santos sorprendió al país con el anuncio de la destitución del alcalde de Bogotá Gustavo Petro, en cumplimiento de la decisión del procurador Alejandro Ordóñez y dejando de lado la solicitud de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, CIDH, que pidió medidas cautelares en este caso. También sorprendió que nombró de una vez, al ministro de Trabajo, Rafael Pardo, como alcalde (e) de Bogotá, mientras se convoca a elecciones.Y como si no fuera suficiente la sorpresa por el remezón político, se hizo con base en declaraciones, más no en decisiones cuyo texto se conozca....