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En la actualidad, en Colombia se generan cerca de 12 millones de toneladas de residuos sólidos cada año, de las cuales la gran mayoría terminan en rellenos sanitarios, ríos y mares, pues solo se recicla cerca del 17 % de este total, según datos de la Corporación Punto Azul, que se dedica a trabajar temas de reciclaje.
Precisamente, para hacerle frente a estas cifras, contribuir con el uso de menos recursos (materia prima, energía y agua) y generar un mayor valor agregado, este año comenzó a regir en el país la Resolución 1407 de 2018, cuyo objetivo principal es incorporar de nuevo los materiales al ciclo económico y cumplir con unas metas de captación que inicia con el 10 % en 2021, para luego aumentar en 2 % y 3 %, hasta llegar al 30 % al finalizar el año 2030.
Reutilizar y avanzar
Según datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), cada persona en América Latina genera aproximadamente un kilo de basura al día y la región, en su conjunto, unas 541.000 toneladas, lo que representa alrededor de un 10 % de la basura mundial. La perspectiva, según la ONU, es que la basura continúe creciendo y que en 2050 se alcancen las 671.000 toneladas de desechos. Dicha situación ha impulsado a los gobiernos y al sector empresarial a trabajar en iniciativas que promuevan el aprovechamiento de diferentes materiales.
A partir de 2018, Colombia comenzó con la implementación de la Estrategia Nacional de Economía Circular, la cual, entre otros aspectos, contempla la implementación sobre la utilización de empaques y envases de papel, cartón, plástico, vidrio y metal, y tiene como fin asegurar que los residuos de estos se recuperen por medio de la reutilización, el reciclaje y la valorización energética, y así incorporarlos al ciclo económico para la generación de beneficios sanitarios, ambientales y económicos y contribuir con la lucha contra el cambio climático.
Por lo anterior, las compañías deben formular un “Plan de Gestión Ambiental de Residuos de Envases y Empaques” que fomente el aprovechamiento y reutilización de estos. Los productores deberán reincorporar en el ciclo productivo un porcentaje mínimo de 30 % de estos residuos, con respecto a la cantidad total en peso de los envases y empaques puestos en el mercado.
Diego Guzmán, CEO de Atica, empresa de gestión integral de residuos sólidos, aceites y aguas, afirmó que “las compañías deben incluir una línea base, es decir, la medida de los envases que se ponen en el mercado de forma global y discriminar el peso pro-material de estos en el mercado. Frente a los reportes de envases y empaques iniciales se deben trazar las metas a cumplir por parte de la empresa que se encuentra presentando el plan”.
Por su parte, Carlos Herrera Santos, vicepresidente de Desarrollo Sostenible de la Asociación Nacional de Industriales (Andi), ve positivo el arranque de esta normatividad y lo considera un avance en cuanto al impulso de la economía circular en el país.
“La gestión de los residuos de envases y empaques ya es una realidad en Colombia, siendo la primera iniciativa de este tipo en un país en vía de desarrollo. Las compañías que hacen parte de Visión 30/30, el programa de la Andi de aprovechamiento de envases y empaques de papel, cartón, plástico, vidrio y metal, han ido aumentando la recolección y transformación de envases y empaques. Para este año llegaremos a recolectar alrededor de 53.000 toneladas”, dijo.
Según Herrera, también se han evaluado 84.000 tipos de productos, identificándose en cada uno de ellos 87 tipos de partes, como etiquetas, tapas, sellos, etc: “Esto también lo hemos agrupado en 50 tipos de materiales que están presentes en ellos, lo que permite tener hoy en día un enfoque de economía circular y avanzar en temas de innovación”, indicó.
Entre las empresas que comenzaron a implementar estrategias para que sus empaques sean reciclables y/o reutilizables está Nestlé Colombia. La compañía anunció recientemente que reemplazará los pitillos y fundas de plástico de sus productos Milo y Klim en cajita por unos de papel, con lo que espera retirar el uso de 13 toneladas de plásticos y la emisión de 19,5 toneladas de CO2 al año.
“Colombia es el primer país del mundo en el que implementaremos el uso de fundas de papel para recubrir los pitillos de nuestros productos Milo y Klim. Este hito hace parte de nuestra visión y plan de acción para lograr un futuro libre de residuos y está soportado en los procesos de innovación que realizamos permanentemente para alcanzar nuestras metas”, explicó Antonio Núñez, presidente de la compañía.
Retos del sector empresarial
Para Herrera, entre los principales retos se encuentra la simplificación de los empaques: “Nos hemos encontrado con algunos empaques que tienen muchos materiales, lo que hace difícil su aprovechamiento. Aquí hay que cambiar la manera de pensar los envases y empaques, no solo desde el punto de vista del producto y sus funciones, sino cómo estos serían aprovechados y qué va a pasar con ellos al final de su vida útil”, dijo.
Y agregó que se debe avanzar más en cuanto a la educación ambiental, a la infraestructura especial para el manejo de ciertos tipos de envases, sobre todo plásticos y a la inclusión de los recicladores.
“No solo es recoger los materiales, sino a dónde se llevarán. También hay que reducir los costos de la logística, porque Colombia tiene una geografía atractiva desde el punto de vista turístico, pero compleja para la logística en cuanto al transporte de los materiales, por ejemplo. Por otro lado, creo que un reto grande es en cuanto a la inclusión. Es importante incluir a las personas que se dedican al reciclaje a estos modelos y programas, porque uno de los riesgos es que algunas empresas recogen los materiales, pero no los entregan a través del reciclador”, puntualizó Herrera.
Según la Estrategia Nacional de Economía Circular, para avanzar sobre las barreras para la implementación de la economía circular, las empresas y las agencias de infraestructura requieren fortalecer sus capacidades y difundir los casos de éxito que facilitan la toma de decisiones sobre la adopción de nuevas tecnologías y modelos de negocio.
Por su parte, la recomendación para las universidades, centros de desarrollo empresarial y tecnológico, programas de emprendimiento y entidades de financiación es trabajar en la generación de incentivos económicos y asistencia técnica, y proveer servicios de conocimiento que estimulen la adopción de prácticas y tecnologías circulares.
Finalmente, en cuanto a los plazos para implementar la Resolución 1407 de 2018, tenga en cuenta que los que estén identificados como productores, importadores y distribuidores al 31 de diciembre de 2017, debieron presentar el Plan de Gestión Ambiental el 31 de diciembre de 2020. Por su parte, las compañías que iniciaron operaciones desde el 1 de enero de 2018 tienen plazo de presentarlo hasta el 31 de diciembre de este año.