viernes
7 y 9
7 y 9
La Cámara de Comercio de Medellín para Antioquia (CCMA) difundió su reporte sobre los resultados de la economía del departamento en 2020 y las proyecciones para 2021. En él, aseguró que el Producto Interno Bruto (PIB) cayó 7 % el año anterior, es decir que tuvo una contracción más pronunciada que la del país (-6,8 %); e igualmente, vaticinó que la actividad productiva antioqueña se repondrá este año y se expandiría 5 %.
Lo que explicó Jaime Echeverri, vicepresidente de Planeación y Desarrollo CCMA, es que en líneas generales la economía del departamento funcionó a un 70 % en el 2020 por cuenta de la pandemia y sus efectos sobre los distintos sectores y que lo que amortiguó la caída fue el comportamiento moderado de ramos como el agropecuario, el financiero e inmobiliario y las exportaciones de oro, entre otros.
Partiendo de esta situación, Echeverri mencionó los que, desde los estudios de la Cámara, pintan como motores para impulsar la recuperación en el mediano y largo plazo. Explicó que Antioquia es una región que desde los 80 ha incorporado una visión a largo plazo a través de distintos planes, y en ese sentido planteó que el rol de la innovación será clave porque “lleva a ampliar oportunidades y la base empresarial”.
Teniendo en cuenta esto, la CCMA proyectó que el PIB de la región podría sumar unos 2 puntos porcentuales gracias a inversiones del orden de 17.440 millones de dólares en los próximos 10 años en las obras viales de Autopistas para la Prosperidad, así como el desarrollo de la industria agrícola y agroindustrial y el avance de un segmento minero con “criterios de legalidad y sostenibilidad”.
Desglosando esas previsiones, las investigaciones de la Cámara indican que las iniciativas viales aportarían 1 punto porcentual al PIB, en tanto que la minería sumaría 0,6 pps y la agroindustria 0,4 pps, pero para ello hay tareas pendientes.
“Para que el impacto sea grande, hay que garantizar que no sea solamente sacar el mineral y llevarlo a puerto, que es un poco lo que pasa con el oro, que se saca mucho sin transformar (...) eso es fundamental para que esto sea rentable socialmente”, explicó Echeverri sobre el sector minero, y agregó, en cuanto a la agroindustria, que “para poder crecer a tasas superiores al 7 % se requeriría desarrollar la tercera parte del potencial, con 2.200 millones de dólares”
Y es que según el registro de la CCMA, Medellín representa más del 60 % del PIB de Antioquia y con el Valle de Aburrá 70 %, por lo que los tres segmentos en cuestión y las estrategias para impulsarlos se tornan relevantes para descentralizar el crecimiento.
Para Ramón Javier Mesa, docente de Economía de la Universidad de Antioquia, por lo pronto la prioridad del departamento debe ser recuperar el consumo. “Eso se logra manteniendo el empleo y dándole un impulso a los sectores que hoy en día lo pueden generar, como es el caso de la construcción y la agroindustria. La innovación también será clave, pero es una estrategia más de mediano que de corto plazo”.
Igualmente, Mesa dijo que no hay que pasar por alto los cierres de la actividad productiva que hubo en enero para responder a la segunda ola de covid-19 en Colombia y dejó en claro que si se llega a presentar una nueva ola podrían haber medidas adicionales que afecten el impulso de la economía.
Pero incluso con tal incertidumbre, las empresas de la región se muestran confiadas en que este será el año de recuperación y ello lo reflejó la Encuesta Ritmo Empresarial, iniciativa de 21 cámaras de comercio del país, entre ellas la de Medellín para Antioquia, según la cual el 49,6 % de las sociedades antioqueñas cree que la situación económica del departamento será mejor en el primer semestre, proporción que está por encima del 47,7 % que lo consideraba un año atrás.
Ese mismo estudio, que se basó en la perspectiva de 5.769 unidades productivas del país (6,6 % encuestadas por la CCMA) aseguró que para febrero el 60,4 % de las compañías paisas operaba normalmente, mientras que un 38 % lo hacía de manera parcial.
Para Mauricio López González, coordinador del grupo de Macroeconomía Aplicada de la U. de A., otro aspecto destacable es que las cifras oficiales sugieren que el empresariado antioqueño logró adaptarse a la pérdida de empleo que se dio como efecto de la pandemia y ganó terreno en materia de productividad para que la caída de la producción no fuera tan alta.
Más allá de la resiliencia de las organizaciones, la CCMA dijo que garantizar un crecimiento de 5 % en el 2021 depende de tres factores: la coordinación y eficaz implementación del plan de reactivación económica; la alta ejecución de obras proyectadas en las que “el gasto público será determinante” y los incentivos a la inversión privada, el consumo y la transformación productiva.
Con esto se busca darle la vuelta a la página de un 2020 que provocó una reducción del 10 % de la densidad empresarial, porque mientras en 2019 se registraban 43,1 compañías por cada mil habitantes, para el año anterior la proporción se redujo a 38,5, además de la caída de 12,5 % en la creación de nuevas unidades en territorio antioqueño.
Desde la perspectiva de Alejandro Torres, profesor del Departamento de Economía de la Universidad Eafit, en resumidas cuentas gran parte del éxito que tengan tanto Antioquia como el país en el camino de la recuperación dependerá de la vacunación.
“Necesitamos que el sector público y el privado se vinculen, que se adelante la vacunación lo más eficientemente posible. Las empresas se pueden sumar, no necesariamente aplicando las dosis, sino apoyando en términos logísticos, administrativos o económicos, por ejemplo. La clave, además de las políticas públicas para generar empleo y demás es el plan de vacunación”, finalizó Torres