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Salir en “protección” de los más de diez millones de consumidores que no deberían pagar precios altos en el azúcar. Esa es la postura del Gobierno con la decisión de decretar la reducción del arancel para la importación del producto.
En el mismo bando juega la Andi, que considera que con la medida habrá una reducción final en el precio que pagan los consumidores. Guillermo Trujillo, presidente del Comité Especial de Confitería y Chocolatería de la Andi, le aseguró a La República que, si existiera un arancel de 15 por ciento, los hogares pagarían 1.300 pesos el kilo, a diferencia de los 1.900 pesos que se pagan ahora.
Además, Trujillo dijo que “los hogares pagan la cuenta gorda” porque con, la medición actual, transfieren entre 700.000 millones y 800.000 millones de pesos de más. “¿Cuáles son los elementos de la equidad social en Colombia, desde el punto de vista de la distribución de ingreso, cuando las familias le transfieren ese monto a cinco empresas?”, se preguntó.
Carlos Ignacio Gallego, presidente del Grupo Nutresa, explicó en entrevista con WRadio, que la revisión que plantea el Gobierno es crucial porque si no hay “acceso al azúcar a precios competitivos ocurriría que las industrias se van a tener que ir moviendo a donde se pueda conseguir a precios razonables”. Gallego explicó que en el caso de sus productos, en un chocolate Corona de 500 gramos el endulzante representa 27,6 por ciento del costo de producción y 30 por ciento en un Chocolisto en bolsa. La República consultó con empresas como Colombina y Nestlé, pero prefirieron no referirse al tema.
En el bando contrario, el sector agrícola rechazó que la reducción beneficie al consumidor. Rafael Mejía, presidente de la SAC, contestó que en un estudio donde se valoraba la acción de Nutresa decía que el azúcar solo pesaba 4 por ciento en los costos de producción de la empresa. “Es una exageración de ellos decir que es la salvación de la industria bajar los precios de los productos primarios”, dijo.
El gerente general de Fedepanela, Carlos Mayorga, explicó que un indicio de lo que va a suceder es lo que pasa actualmente cuando baja el precio del endulzante. Cuando esto sucede, contó Mayorga, las familias optan por llevarlo, en vez de comprar panela y, además, se generan actividades ilícitas pues lo derriten y lo venden como panela. “Con esos precios, los productos a base de azúcar nos van a ir sacando del mercado”, se quejó.
Mejía agregó que los precios del azúcar que paga el consumidor final en Colombia son de los más bajos. Según las cifras que maneja la SAC, en Colombia se paga 72 centavos de dólar por kilo, por debajo del promedio de la región, que se ubica en 1,07 dólares.
En países como Argentina y República Dominicana se paga 1,46 y 1,32 dólares. Pese a este panorama, el presidente de la SAC dice que se tomó la decisión de reducir el arancel porque “la industria estaba muy cómoda con una revaluación. Ahora pasó a una devaluación y ello ha tenido implicaciones en que tienen que volverse más competitivos, pero nos oponemos a que esa competitividad sea a costa de la reducción de los precios de los insumos primarios”.
Mayorga le solicitó al sector industrial que no buscara la competitividad a costa de “desaparecer a 350.000 familias que dependen de la actividad”.