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S&P baja calificación a empresas

Decisión cobija a 9 compañías que tienen alta correlación con el comportamiento de la economía.

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S&amp;P baja calificación a empresas
22 de mayo de 2021
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El anuncio de S&P Global Ratings (Standard & Poor’s) de bajarle su calificación a Colombia de BBB- a BB+ generó ayer otro impacto: siete entidades corporativas y de infraestructura nacionales colombianas también tuvieron pérdida del grado de inversión.

Según la calificadora, a las empresas -Ecopetrol, Ocensa, Grupo Sura, Isagén, Davivienda, Financiera de Desarrollo Territorial S.A. (Findeter), Financiera de Desarrollo Nacional (FDN), Enel Américas y Emgesa- se les bajó su calificación y se les asignó una perspectiva estable.

“La perspectiva estable de estas empresas refleja la de Colombia, porque esperamos que las calificaciones de estas entidades se muevan a la par con la del soberano”, afirmó la calificadora.

Las razones

Según Alejandro Useche, profesor de la Escuela de Administración de la Universidad del Rosario, la calificadora tomó está decisión porque estas empresas tiene unas perspectivas más complejas en medio de la crisis actual, debido a su alta correlación en términos de sus activos, los flujos de caja esperados, los dividendos que puedan sufrir con el comportamiento en general de la economía.

Con respecto a lo sucedido, Ecopetrol expresó que “en línea con una revisión a la baja de la calificación de la República de Colombia, la agencia calificadora de riesgos S&P Global Ratings disminuyó la calificación crediticia de la compañía pasando de BBB- (perspectiva negativa) a BB+ (perspectiva estable)”. La empresa estatal también agregó que “S&P Global Ratings mantuvo la calificación de crédito individual de Ecopetrol (Stand-Alone/ sin incorporar soporte de Gobierno) en BBB-. Es decir, la calificación individual, sin contar a la Nación, no varió, fue ratificada.

Como resultado de la baja de calificación de Ecopetrol, su subsidiaria, Oleoducto Central S.A. (Ocensa), recibió también una rebaja argumentando que “no creemos que existan mecanismos regulatorios significativos u otras barreras que restringen el acceso de la matriz a los flujos de efectivo de las subsidiarias en un escenario de dificultades. Además, Ecopetrol es el principal cliente de Ocensa, representando más del 80 % de sus ingresos en 2020”.

Isagén también vio caer su calificación crediticia, teniendo en cuenta que vende alrededor del 35 % de su energía a las distribuidoras, cuyas tarifas las fija el regulador. La empresa colombiana anunció que no se pronunciaría por ahora.

Por su parte, la rebaja de la calificación al Grupo Sura fue argumentada en que no pasaría un escenario de prueba de estrés de incumplimiento soberano de Colombia por la alta correlación entre los activos y dividendos de la empresa y la economía de Colombia, ya que alrededor del 40 % de los activos operan principalmente en el país.

Al respecto, la compañía destacó en un comunicado “la fortaleza de su perfil crediticio dado su portafolio de inversiones balanceado, compuesto por compañías que son líderes de sus segmentos en diferentes industrias y países”.

El Banco Davivienda, la Financiera de Desarrollo Nacional (FDN) y la Financiera de Desarrollo Territorial S.A. (Findeter) también bajaron su calificación. S&P señaló que redujo las calificaciones de largo plazo del banco, FDN, y Findeter a BB + desde BBB- después de la misma acción de calificación del soberano: “Además, bajamos la calificación de corto plazo en Banco Davivienda y Findeter a B de A-3. La perspectiva estable de estos bancos sigue reflejando la de Colombia”.

Frente al hecho, Findeter expresó que “es importante tener en cuenta que para una empresa cuyos ingresos son mayoritariamente o totalmente generados en Colombia difícilmente puede tener una calificación superior a la de la Nación”. Davivienda, por su parte, no se pronunció.

En cuanto a Enel Américas y Emgesa, S&P informó que estas tienen calificaciones superiores a las de Colombia, también las rebajaron a BBB- de BBB, asignándoles una perspectiva estable. Ambas entidades mantienen su grado de inversión.

Para Useche, esta baja en la calificación del riesgo del Estado colombiano y, de su mano, de entidades como FND y Findeter, era algo previsible: “Se está mostrando un deterioro muy fuerte de las finanzas públicas en Colombia. El déficit fiscal que antes de la pandemia estaba por el orden del 2 % del PIB puede, según las proyecciones, alcanzar entre el 8,5 % y el 10 % del PIB para este año. Es decir, se ha abierto un hueco fiscal gigantesco provocado por el gasto público para atender la emergencia sanitaria, pero también es un reflejo de un problema político y social”.

Según la firma calificadora, las bajas calificaciones se dan tras el retiro de reforma fiscal del gobierno en medio de altas presiones de gasto, lo que resulta en una probabilidad mucho menor de que Colombia mejore su posición fiscal luego de un reciente y marcado deterioro

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