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Nueva norma buscará mejorar calidad del agua
Se revisarán los vertimientos puntuales que se realizan en ocho sectores y 73 actividades productivas a partir de 56 parámetros.
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Con esta nueva normatividad el Ministerio busca frenar el impacto negativo que tienen los vertimientos sobre algunos ríos y quebradas del país. Su aplicación es obligatoria. FOTO archivo
19 de marzo de 2015
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Con el fin de reducir y controlar las sustancias contaminantes que llegan a los ríos, embalses, lagunas y alcantarillados, el Ministerio de Ambiente presentó la Norma de Vertimientos, con la que busca además aportar al mejoramiento de la calidad del agua y trabajar en la recuperación ambiental de las arterias fluviales del país.
La nueva norma de vertimientos reglamenta el artículo 28 del decreto 3930 de 2010, actualiza el decreto 1594 de 1984 —el cual está vigente desde hace 30 años— para responder a la nueva realidad urbana, industrial y ambiental del país y permitirá el control de las sustancias contaminantes que llegan a los cuerpos de agua, como los ríos, vertidas por 73 actividades productivas presentes en ocho sectores económicos.
Norma obligatoria
De acuerdo con el ministro de ambiente, Gabriel Vallejo, la resolución es de obligatorio cumplimiento para todas aquellas personas que desarrollen actividades industriales, comerciales o de servicios y que en el desarrollo de las mismas generen aguas residuales, que serán vertidas en ríos, arroyos, lagos o en el alcantarillado.
Explicó el funcionario que el control se realizará a partir de la medición de la cantidad de sustancias descargadas, que es lo que impacta en la calidad del agua y no el proceso de tratamiento.
En ese sentido, ahora esta medición se realizará en mg/L (miligramos por litro) y no en kilogramos día, como se venía haciendo. “Este es tal vez uno de los cambios más importantes presentes en la Norma de Vertimientos y es la revisión de los valores a partir de la concentración, lo que va a permitir tener un parámetro fijo a cumplir según la actividad productiva”, explicó el Ministro.
Agregó que “al pasar del porcentaje de remoción de carga contaminante al valor de concentración se va a lograr una mayor exigencia en el control pues ya se podrá evaluar el impacto de lo que se está descargando y no la eficiencia del proceso”.
Frente a este punto, explicó que los valores y parámetros propuestos se trabajaron con los representantes de diversos sectores productivos en donde quedó constancia de que son cumplibles con los recursos técnicos, tecnológicos y económicos que hay disponibles en el país.
El Ministro enfatizó que son las autoridades ambientales en las regiones las responsables de hacer un seguimiento y control al cumplimiento de la norma sobre quienes desarrollen actividades industriales, comerciales o de servicios y que en el desarrollo de éstas generen aguas residuales que serán vertidas sobre los ríos o al alcantarillado público”.
Por último, el Ministerio destacó que esta norma se construyó durante cuatro años, a partir de la revisión de normas internacionales, de información suministrada por las autoridades ambientales en cada región, y con información reunida a partir de tres grandes consultas públicas, dos concejos con técnicos asesores y encuentros participativos con sectores productivos, gremios, asociaciones, la academia y la comunidad en general.
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