Rusia, además de posibilidad futbolera, es una incertidumbre geopolítica que nos involucra. En tanto seguimos “ladrando” a la intriga habanera, simplifiquemos el ajedrez mundial:
El Kremlin, jugando a revivir su preponderancia mundial, apoya al dictador Sirio Assad, protegido de Irán (chiíta), y ensaya nuevas tecnologías de guerra bombardeando desde el aire y el mar al Estado Islámico, de paso a los rebeldes equipados por US y “accidentalmente” violando el espacio aéreo de Turquía (como en Colombia en 2013), lo que ha crispado toda la región, especialmente a Arabia Saudita (sunní), enemiga de Irán y aliada de US y Turquía.
Putin podría entrar a Irak mientras hace repetidos alardes de sus capacidades nucleares; la Otan esta lista a respaldar a...