Cuando hace algunos años nuestra ciudad fue reconocida como la más innovadora del mundo, a pesar de que hubo algunas voces disonantes que quisieron demeritar la importancia de ese galardón, la verdad, hubo consenso en la importancia que tenía para Medellín este logro. Hoy, cuando el mundo se encamina por el sendero que traza el CTI, creo que ni el más ingenuo podría demeritar trabajar en este sentido. Es más, en la innovación y en la cuarta revolución está el futuro de cualquier país y ciudad que quiera ser competitivo.
Medellín, gracias a un trabajo de varios años, supo apostarle a la innovación como una posible forma de llevar a cabo las transformaciones que como sociedad requerimos. Hoy contamos con una entidad tan importante como Ruta N, que si bien ha tratado de mantener su liderazgo, sí requiere con urgencia una inyección de recursos para cumplir con su misión.
La CTi se concibe en escenarios de mediano y largo plazo. En este sentido, Ruta N debe ser vista como la punta de lanza donde se testean y plantean nuevos horizontes de ciudad. La Alcaldía debe estar en esa línea, no puede ser que una entidad que busca permanentemente acercarse a la frontera de la tecnología se vea sometida a los vaivenes de cada administración.
En este orden de ideas, será fundamental que el próximo alcalde esté alineado con el plan estratégico de Ruta N y se asegure de que llegue a la institución el 7 % de las transferencias ordinarias de EPM. La buena noticia es que cuando Hidroituango entre en funcionamiento y aumente las transferencias al Municipio, probablemente Ruta N llegue a ser una institución muy similar a Colciencias en inversión, lo que puede hacer de esta una verdadera palanca de sofisticación de nuestra ciudad en materia tecnológica.
Ruta N tiene el enorme reto de consolidar el Distrito de Innovación que lleva ya varios años en proceso y que será el gran detonante de una llegada masiva de startups a nuestra ciudad. Este Distrito, de la mano del Centro de Cuarta Revolución Industrial, tiene todo el potencial de hacer de Medellín una verdadera capital de la innovación.
Hace algún tiempo, desde la mesa de financiación del CUEE, hemos trabajado en la estructuración de un gran fondo de financiación para startups de tecnología. Este fondo, al igual que todo el trabajo de la mesa de talento en materia técnica y tecnológica y la mesa e institucionalidad busca encontrar rutas para dar un orden básico a la forma como operan nuestras instituciones CTi y a un número importante de programas que a veces se repiten y conllevan gastos inadecuados de recursos.
Por último, las regalías. Los próximos alcalde y gobernador deben hacer el esfuerzo por apuntar a un solo plan estratégico de Medellín y Antioquia que alinee la institucionalidad y dé un norte estratégico a la región. En el marco de ese plan deben proponerse los proyectos de regalías. Desde hace varios años he propuesto que la Gobernación sea socia de Ruta N. Creo que es de la mayor importancia.
Hemos escuchado hasta la saciedad que el camino para que una sociedad avance debe estar bajo el contexto de la CTi. Contar con una institución como Ruta N es un gran orgullo, debemos cuidarla como la misma EPM y no permitir que se politice, pues de allí, en futuro próximo con seguridad, van a surgir las empresas más importantes de nuestra región.