La paz, ese valor que busca la sociedad colombiana y al cual aspira nuestro sistema jurídico, se concibe por la Constitución (art. 22) como un derecho y un deber de obligatorio cumplimiento.
Ha sido sin duda la palabra más usada en los últimos años por el Gobierno, por la oposición, por todos los colombianos, por el Papa, por las Naciones Unidas, por gobernantes de otras naciones, a propósito de los muchos eventos de sangre y muerte que tienen lugar a diario en distintos puntos del planeta.
Por regla general, la paz no se define. Se la presenta normalmente a partir de sus contrarios, o mediante términos que se supone son sus sinónimos: “ausencia de guerra”, “orden público”, “orden institucional”, “sujeción a reglas de convivencia; “calma, tranquilidad,...