De una cosa sí estamos seguros: lo que vendrá después del coronavirus va a ser muy distinto. Más de lo que nos imaginamos. Porque como en otras encrucijadas de la historia de la humanidad, estamos presenciando y viviendo un cambio de época.
Y como en el pasado, cuando han cambiado las épocas de la historia, esta vez la escenografía dolorosa y mortífera ha sido también una peste, una pandemia. Pudo haber sido una guerra devastadora, un gran cataclismo o una hambruna. Son variados los registros apocalípticos que han acompañado los cambios epocales. El de hoy lo estamos sufriendo sin que podamos ocultarlo. Esperamos ser sobrevivientes, pero la espada de Damocles está amenazando nuestras vidas. La suya, la mía, la de todos.
Recluido en la soledad de la cuarentena, cayó en mis manos un pequeño libro del sacerdote envigadeño Alberto Restrepo González titulado “Modernidad, Postmodernidad, Transmodernidad y Evangelización”. Son 150 páginas de apretada y densa exposición sobre un tema que el autor ha manejado desde hace por lo menos dos décadas. Un esfuerzo, declara, para dar a entender “que estamos viviendo un cambio de época, en qué consiste y cuándo se da, cómo se caracteriza...”. Más precisamente, “... cuál ha sido el proceso de cambio epocal contemporáneo, qué va de la Modernidad a la Transmodernidad, cuáles deben ser los enfoques, actitudes y acciones evangelizadoras de la Iglesia de cara al cambio de época, simultáneamente tardomoderna, postmoderna y transmoderna”.
El libro fue publicado por el autor sin otra pretensión que la de ayudar pastoralmente en estos momentos difíciles. Fruto de clases y conferencias, la problemática fue tratada, por supuesto, mucho antes del coronavirus, pero su lectura y estudio en este momento pueden iluminar tanto el aislamiento social al que estamos sometidos, como los sobresaltos que un cambio de época conlleva en “la cosmovisión, el sentido de la existencia, la jerarquía de valores y los paradigmas cognoscitivos y existenciales”, como lo plantea el padre Alberto.
Información sobre el libro mencionado se puede consultar en otraparte@otraparte.org .Dejo para posteriores columnas tanto un análisis de la obra como otras reflexiones personales sobre lo que, a mi juicio, le espera a la Iglesia católica después de esta Semana Santa atípica que acaba de pasar. Me parece que, por lo pronto, los templos vacíos por la cuarentena y las ceremonias virtuales dejan entrever un nuevo rumbo a algo tan vital para el catolicismo como la liturgia y la práctica sacramental. Amén de esa “metanoia” o conversión de fondo (mental, espiritual, filosófica y sobre todo teológica) que implica un cambio de época.
Sobre eso volveré, si Dios nos da vida.-