Por MÁRIAM M. BASCUÑÁNredaccion@elcolombiano.com.co
En la plaza de Concord, un pintoresco pueblecito de Nueva Inglaterra, hay tantas reminiscencias históricas que no es raro que el orgulloso lugareño la describa como “el epicentro del liberalismo político”.
Y tiene cierto encanto comprobar, desde los prejuicios de una europea, que un espacio pueda ser evocado como alegoría de ese engranaje institucional e ideológico en el que acontece el incesante movimiento de la conversación pública. Comprendes entonces por qué el país que situó la libertad de prensa en su Primera Enmienda entienda que la discusión es tan importante como el marco que la hace posible.
El esquema es tan sencillo como extraordinario: si los poderes del presidente emanan directamente...