Por Piedad Patricia Restrepo *
piedad.restrepo@todospormedellin.org
Vivimos días de extrema polarización. Con falsas dicotomías que quieren dividirnos. Entre ricos y pobres y entre empresas privadas corruptas y un Estado benevolente y omnisapiente, representado en nuevos liderazgos políticos. En medio de esta coyuntura, y poco más de un año de la muerte de la filósofa Beatriz Restrepo Gallego, quisiera iniciar este escrito recordando su legado de reflexión ética profunda. Para ella, la justicia social se centra en la no violencia y el diálogo como fin último.
Justamente, sobre la base del diálogo social nace la Veeduría Todos por Medellín. Somos una plataforma ciudadana plural, diversa e incluyente que aglutina desde muchas orillas voces que con gran inconformidad ven que hoy la ciudad no está dialogando, no está construyendo, está retrocediendo en sus acuerdos básicos sobre los que se funda nuestra idea de progreso.
Somos la expresión de 45 miembros constituyentes que se unen al compartir valores: un criterio ciudadano amplio, el respeto por la dignidad humana, el valor de las empresas, el rigor en el uso de datos, la comunicación clara y abierta, la negativa a ser plataforma partidista electoral, y lo más importante, la relación respetuosa con las administraciones y los gobernantes.
La asamblea de constitución de Todos por Medellín estuvo rodeada de un ambiente de ilusión, ideas y creatividad, la unión de sectores diversos que reconocen el valor de la participación y la importancia de la escucha respetuosa con el objetivo último de cuidar lo público, porque lo público es de todas y todos.
Desde el primer día, en Todos por Medellín hemos sentido el apoyo de muchas personas, de más de cinco mil firmantes de nuestro manifiesto, cientos de personas que desde distintos roles en la sociedad nos han manifestado su intención de ayudar en nuestros propósitos. En contraste, hemos recibido algunos ataques anónimos, palabras de descalificación y la tergiversación del alcalde Daniel Quintero, a quien le pedimos actuar bajo la dignidad que su cargo exige en el respeto a los mecanismos democráticos que nos otorga el Estado Social de Derecho.
Somos una veeduría joven, una más de casi cuatrocientas que existen en Medellín. Vemos con optimismo y alegría el crecimiento de la participación ciudadana, la respuesta inmediata de la gente a nuestras preguntas y la disposición al trabajo conjunto entre veedurías, organizaciones y personas.
Somos una veeduría legítima. De acuerdo con el DNP, la visión moderna de ciudadanía alude a la participación, los derechos y la pertenencia. Sobre esto último quisiera señalar que históricamente el medellinense se ha destacado por su alto sentido de pertenencia, su amor por la ciudad y el cuidado de ella. Ahora bien, el sentido moderno de pertenecer implica una visión crítica y constructiva y no una apática y conformista.
En palabras de algunos de nuestros miembros: debemos revelar nuestra humanidad, preservar la vida y hacerle una reverencia a lo que nos queda de naturaleza, a lo que nos queda de esencia para proteger y cuidar. A Medellín la construimos entre diversos; la construimos en la pluralidad, no necesariamente en el consenso, pero sí en el diálogo. Junto a estas voces, los invito a trabajar, desde cada uno de sus roles, con amor, esperanza y respeto por nuestra Medellín.
* Vocera Todos por Medellín