África es un continente donde el cristianismo crece de manera exponencial. El catolicismo es un ejemplo de ello: En el año 1900 dos millones personas profesaban esta religión y hoy se estima que hay 185 millones de católicos en este continente. En muchos países hay una convivencia pacífica entre cristianos y musulmanes. El trabajo sacrificado de tantos misioneros que se radican en las zonas más pobres y desoladas se traduce en frutos como obras sociales y como personas que se han encontrado con esa fe que le ha dado sentido a sus vidas. La vocación del cardenal Robert Sarah, Prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, es uno de los tantos frutos de este trabajo misionero. Él es original de Guinea. Pasó...