El alcalde de Medellín se ha destacado por ser un mago en desviar la atención de la opinión pública, pero su último acto superó todas las expectativas y es que, mientras la Fiscalía General de la Nación solicitaba medida de aseguramiento en contra de su secretaria de educación por los delitos de peculado por apropiación, interés indebido de celebración de contratos y celebración de contratos sin requisitos legales, Daniel Quintero decidió vestir su corbata roja, declararse “rebelde” y anunciar un concierto.
Parece que el alcalde tuvo acceso a una versión diferente de la novela mexicana, la suya incluye escenas donde los personajes jugaban con la alimentación escolar de los niños de Buen Comienzo, gestionando un contrato directo que malversaba fondos cercanos a los 1.200 millones de pesos. O, tal vez, los demás espectadores malinterpretamos la trama pensando que los miembros de RBD eran habilidosos para escribir canciones, no para devolver favores, eliminar competidores, destruir evidencias y levantar cortinas de humo.
El problema no se agota en la corrupción al interior de la Administración Municipal, es evidente que una amnesia colectiva se apoderó del gabinete del alcalde y ahora sus cuentas de Twitter, que estaban bastante desgastadas por el uso constante, se convirtieron en silencio sepulcral.
Pero los caballos de batalla de Quintero no han sido los únicos en desconectarse de la realidad y seguir la estrategia de su líder de poner en segundo plano el pésimo desenlace de Buen Comienzo mediante la aparición de otra noticia. Telemedellín, el canal local que se convirtió en una extensión de las redes sociales del alcalde, se unió a la rebeldía, la magia y el espectáculo pues en sus titulares solo se encuentran: “¡Qué emoción! Así confirmó RBD que viene a Medellín”, “El impacto económico que RBD traerá para Medellín”, “Así fue la expectativa RBD en las redes sociales”, “Razones por las que RBD elige a Medellín para su gira en Colombia”, y “Así es como podrá comprar las boletas para el concierto de RBD en Medellín”.
Esta administración registró la tasa más alta de desnutrición crónica infantil en ocho años, el nivel más bajo de optimismo por el futuro en 16 años, los niveles de pobreza más altos en los últimos 10 años, la cifra más alta de denuncias de hurto desde que se tienen registros; pero quiere ser reconocida como la responsable de traer a RBD. El concierto no es un logro de gobierno y no podemos permitir que sea celebrado como si lo fuera.
Ojalá pudiéramos decir que la “rebeldía” de Daniel Quintero es contra la corrupción que tanto criticó en campaña y no contra el bienestar de la ciudad. La realidad es que Medellín tiene un alcalde cínico que pone en riesgo la alimentación de los niños y, en cambio, alimenta al resto de la población con pan y circo; demostrando que lo único que le sale bien es posar frente a los lentes de Telemedellín y decir: luces, cámara y acción