El llamado Socialismo del Siglo XXI ha creado caos económico y social en los países latinoamericanos donde ha gobernado.
Realmente, la única diferencia entre este nuevo izquierdismo y el comunismo del siglo XX es que logra llegar al poder por medios democráticos, fingiendo respetar sus prácticas. Luego, mañosamente las ignora y hace cambios en las constituciones de cada país; impone represión política, restricción de las libertades, silenciamiento de los medios y, en muchos casos, anulación de la propiedad privada; trasforma su gobierno en regímenes totalitarios, ajenos a la democracia, semejantes a aquellos de las naciones comunistas del siglo pasado. Con un agravante, un alto, yo diría altísimo grado de corrupción. Los resultados, naturalmente,...