La ciudad vivió algo mágico. Con una complicidad colectiva, espontánea, independiente, Caminá pa’l Centro nos llevó a compartir un pedazo de esta Medellín de la que todos, de alguna manera, nos hemos alejado. Algunos que nacieron, otros que se criaron y muchos que simplemente lo han disfrutado durante años, decidieron unirse para decirnos: vení que aquí se aprende, se pasa rico, se conversa; vení que en el Centro se encuentra y se ama, vení que desde aquí se vive una ciudad que vibra a pesar de sus adversidades.
Más de cincuenta entidades entre colectivos autónomos y culturales, universidades, asociaciones de vecinos, bares, medios de comunicación y comercio, unieron sus voluntades, de manera solidaria, para regalarnos una programación variada...