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Los expertos predicen cambios dramáticos en el sector agropecuario para 2050. Los dos grandes impulsores de la demanda de alimentos -los aumentos de la población y de sus ingresos- exigirán niveles de producción impresionantes. De acuerdo con la opinión autorizada de la FAO, “posee Colombia terreno para mostrar en el mercado internacional de producción agropecuaria. Es el cuarto país en Latinoamérica que aún tiene una importante frontera agrícola con gran potencial, tiene buenos suelos y todos los climas”.
La población se elevará de los 7.500 millones en 2019 a 9.000 millones en 2050. Los agricultores, de acuerdo con el informe de nuevo de la FAO, tendrán que elevar sus niveles de producción en no menos del 50% comparados con los actuales para poder atender la mayor población. La elevación de los ingresos en países con elevados desarrollos de sus economías, como China e India, demandarán dietas con más proteínas, como pollo, pescado, cerdo y carne de res. Países ricos, más conscientes de su salud, se moverán hacia cultivos con proteínas de origen vegetal como la soja, los fríjoles, las lentejas y otras legumbres con abandono del trigo y los granos.
En los Estados Unidos, hoy día, ya duplican los granjeros mayores de 65 años a los granjeros menores de 45. Sospecho que en Colombia no estamos muy lejos de presentar la misma dramática relación. Esta realidad va a conducir a pasar de granjas medianas a granjas más grandes, mecanizadas y robotizadas. Por tal motivo presumo que reformas agrarias integrales como la que propone las populistas Farc, con pequeñas parcelas, marcharían muy pronto en contra de las tendencias demográficas.
Los robots ya sustituyen la mano de obra humana para ordeñar vacas. En la actualidad se están probando tractores robóticos sin conductores humanos para arar y para plantar las semillas. En un estudio de Merrill Lynch Global Research se predice que los drones para fumigación, supervisión, trasportes... les generarán 100.000 nuevos puestos de trabajo en su país, en los próximos 10 años.
En 2050, serán comunes los cultivos gestados con células manipuladas por medio de la tecnología Crispr, esto es, seleccionados escogiendo aquellas variedades más productivas y resistentes a las pestes y las sequías. Los genes así creados nos proveerán una gran variedad de cultivos diferentes de los existentes en la actualidad.
Los efectos de la escasez del agua y de los cambios climáticos les presentarán grandes retos a los granjeros en el futuro. Recordemos, por ejemplo, que el gran acuífero que existe bajo las planicies del centro de los Estados Unidos, marcha hacia una lenta desaparición por culpa de las extracciones de agua para la agricultura. Los bosques son clave para el suministro constante de agua. Si mal no recuerdo, la hojarasca de un bosque pude retener hasta el 30% de su peso en agua, la cual va liberando lentamente.
Referencia que se puede consultar por Google: Trending 2050: The Future of Farming. Autora: Karen McMahen.
