Muchos han expresado antes y después de Cristo la llamada “regla de oro” de las relaciones humanas: “nunca obres con los demás lo que no quieras que obren contigo” (Confucio); “no hagas a los demás lo que no es bueno para ti” (libro Mahabarata hindú); “¿cómo puedo imponer a los demás un estado no agradable ni placentero para mí?” (Buda); “lo que sea bueno para mí, eso mismo debería juzgarlo para todos” (Zoroastro); “lo que no desees para ti, no lo hagas con los demás” (Biblia: Tobías 4, 5) “no obres con los demás aquello que no desees que obren contigo” (Judaismo: Talmud). “Ay de los que, cuando se miden con la gente, dan la medida completa, más cuando miden o pesan para ellos, la soslayan” (Corán 83:1-3).
Jesús, además de formularla en positivo...