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En el IV Foro Mundial de la bicicleta realizado en la ciudad, se presentaron varios paneles sobre las bondades que este vehículo tiene para la comunidad, todos los expositores coincidieron en que el contenido del nuevo POT está en la dirección correcta hacia el futuro de la movilidad, al poner en el punto más alto de la pirámide invertida el transporte público masivo y los medios de transporte no motorizados como la cicla.
Tienen razón quienes en el foro afirmaron que la ciudad está saturada de autos y motos, la realidad es que es consecuencia de la falta de acciones por parte de la Secretaría de Tránsito para ordenar el tráfico, mejorando el diseño de la malla vial existente, prohibiendo el parqueo en las calles y construyendo estacionamientos en diferentes sitios para que los usuarios del auto y la moto alternen con la bicicleta, tomen el metro, el metroplús y los buses alimentadores.
Coincidimos en que la bicicleta es un buen complemento y parte de la solución de la movilidad para la ciudad, pero su uso debe ser articulado e integrado al de la moto y los autos, su versatilidad para recorrer distancias cortas y de pendiente suave es una opción frente a los otros sistemas; sin embargo frente al hecho que el 63 % de los hogares tiene moto y 8,3 % posee un auto ya son una realidad en la ciudad, las autoridades no pueden desconocer que los tres medios de transporte enunciados tienen que convivir entre sí, no son excluyentes ni una amenaza de los unos frente a los otros, deben complementarse, integrarse y articularse con el sistema masivo de pasajeros de la ciudad.
El orden en la movilidad hay que administrarlo y deben existir regulaciones a la circulación con controles estrictos al mal uso del vehículo. Estigmatizar la moto y el auto no es la solución, porque ellos van a seguir coexistiendo, así las autoridades consideren que no se deben construir más vías o mejorar las actuales, porque más adelante tendrán que hacerlo con mayores costos. El plan de construir 400 km de ciclorrutas no debe estar aislado al de definir la forma de movilizarse las motos y buscar el ordenamiento para el uso racional del auto particular.
Las nuevas tecnologías del transporte están enfocadas al uso de combustibles no contaminantes como el hidrógeno y sistemas eléctricos, las autoridades deben definir desde ahora políticas para facilitar la tenencia de vehículos con estas tecnologías, mediante estímulos de impuestos para su reemplazo y proyectar a mediano plazo, una disminución sustancial de la contaminación del ruido y el aire en la ciudad.
Por estas razones desconcierta a la comunidad que la administración municipal prometa crear una gerencia para la bicicleta, cuando existe una Secretaría de la Movilidad, que para la percepción ciudadana, no ha tomado las acciones necesarias con el fin de regular, ordenar y sancionar las verdaderas infracciones en el uso de los vehículos.
Se necesitan decisiones políticas integrales porque los problemas son estructurales, la demora en ordenar y profesionalizar los medios de transporte masivo permitió que un amplio sector de la comunidad no los usara por traumáticos e inseguros, por eso se requieren acciones claras y urgentes para articular el transporte masivo, las ciclas, las motos y los autos para que cada uno sume con el fin de que Medellín sea sostenible en la movilidad.
