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Estaba semana hubo una importante noticia macroeconómica, la cual ha pasado relativamente desapercibida. Las exportaciones de productos provenientes de las industrias extractivas crecieron 57,2 % entre agosto de 2021 y agosto de 2022, jalonando las exportaciones totales, las cuales crecieron 32,2 % en el mismo periodo. El sector mineroenergético sigue representando más del 50 % del total de las exportaciones del país, reafirmando la importancia de este sector para la economía colombiana. Adicionalmente, las mayores exportaciones que se registraron en agosto no fueron solo por mayores precios de los commodities, lo cual siempre va a ser positivo para Colombia, sino por un mayor volumen de bienes tranzados, en particular de crudo, el cual creció 19 % y estuvo cerca de alcanzar los 16 millones de barriles durante el mes.
Esta noticia se da en medio de un entorno global que cada vez se torna más complejo, pero que en el corto y mediano plazo puede beneficiar a Colombia fiscalmente. Para darle contexto a esta afirmación, es importante mencionar algunos episodios internacionales que ocurrieron esta semana y que están interrelacionados. En primer lugar, los países miembros de la Opep+, los cuales controlan cerca de un 40 % de la oferta de crudo en el mundo, llegaron a un acuerdo para recortar el suministro en dos millones de barriles diarios, cerca del 2 % de la oferta mundial, a partir de noviembre. La intención es mantener el precio internacional del crudo en un valor que supere los 90 dólares por barril, algo muy positivo para las cuentas fiscales nacionales. Por el lado de la demanda, se registraron noticias que evidencian la presión que existe sobre el precio de los combustibles fósiles por la alta demanda proveniente de países ricos, que a la vez tiene efectos para economías emergentes e importadoras netas de combustibles. Por ejemplo, Japón no solo se unió al grupo de países desarrollados que han anunciado billones de dólares para contener las facturas de energía de hogares y empresas, sino que también el gobierno esta financiando compras de gas natural licuado al sector privado.
La otra cara de la moneda son los importadores pobres. En septiembre, las importaciones de gas natural licuado de la India alcanzaron los niveles mas bajos en siete años, a medida que el país reemplaza gas natural caro por un energético más barato como el carbón. Bangladés también fue víctima de los altos precios del gas natural importado, del cual depende en tres cuartas partes su generación eléctrica y, aparentemente por falta de combustible, la red de transmisión nacional sufrió una falla grave esta semana causándole un apagón al 80 % de los casi 170 millones de habitantes del país. Finalmente, el gobierno de Rumania se vio obligado a ponerle un techo al precio de la leña, a medida que más ciudadanos dejan de usar gas natural para la calefacción debido a sus altos costos.
¿Qué significa todo esto para Colombia? Que los precios de sus principales bienes de exportación, el crudo y el carbón, se mantendrán relativamente altos y que todo el producto que pongamos en el mercado internacional será comprado.
¡A producir!
