El estallido social de una sociedad cansada de la falta de justicia y débil autoridad, sucede más a menudo de lo que nos enteramos. La gente, saturada de noticias que cuentan cómo la “ley” no opera para hampones y criminales de poderosos estatus que evaden la justicia y hastiada de padecer la inseguridad que producen todo tipo de estafadores, extorsionistas, fleteros y ladrones barriales, descarga la ira represada contra los ladrones que logra atrapar en la calle.
La semana pasada en un barrio de Medellín hubo una improvisada redada ciudadana que logró capturar a uno de esos delincuentes, que ya no se sabe si por falta de oportunidades o facilismo (la subcultura del narcotráfico sigue permeando esta sociedad), se dedicó al robo. Y qué mal la...