Síguenos en:
P. Hernando Uribe
Columnista

P. Hernando Uribe

Publicado

La generosidad

Por hernando uribe c., OCD

hernandouribe@une.net.co

Generosidad es dar sin esperar nada a cambio. La generosidad es uno de los infinitos atributos de Dios, y la vida es un regalo de la generosidad divina. Y su Hijo es el regalo de los regalos. “Tanto amó Dios al mundo, que le entregó a su Hijo único, no para condenar al mundo, sino para que el mundo se salve por él” (Juan 3,17).

Los místicos conocen de modo impresionante la generosidad divina. Santa Teresa, con su lenguaje cadencioso, es un caso singular. “Muchas veces he pensado espantada de la gran bondad de Dios, y regaládose mi alma de ver su gran magnificencia y misericordia. Sea bendito por todo, que he visto claro no dejar sin pagarme, aun en esta vida, ningún deseo bueno. Por ruines e imperfectas que fuesen mis obras, este Señor mío las iba mejorando y perfeccionando y dando valor, y los males y pecados luego los escondía. Dora las culpas” (Vida 4,10).

Un día Pedro pregunta a Jesús cuántas veces tiene que perdonar las ofensas, si hasta siete veces. Y Jesús le responde: “No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete” (Mt 18, 21-22), ilustrando su pensamiento con la parábola de los dos deudores. A uno le perdonan una deuda ingente, y este mismo, a otro, que le debe una suma insignificante, lo hace meter a la cárcel mientras no le pague.

S. Teresa tiene otro testimonio asombroso, de sensibilidad sutilísima que ilustra el perdón. “A la verdad, Rey mío, tomabais por medio el más delicado y penoso castigo que para mí podía ser, como quien bien entendía lo que me había de ser más penoso. Con regalos grandes castigabais mis delitos (Vida 7, 19).

Invito al hombre del siglo XXI a que aprenda a perdonar de esa manera, castigando con “regalos grandes” toda ofensa, por grande que sea. Y a quien sea tratado así, que se comprometa a mejorar su comportamiento por recibir un trato tan amoroso de tan enorme generosidad.

Sabemos que las parábolas son fotografías verbales de la vida real, y cuando Jesús cuenta una parábola se está refiriendo a lo más profundo del corazón de Dios y del hombre. Recuerdo, ensimismado, esta afirmación, cuyo autor olvidé: “Si te mostrara tus llagas, no podrías resistirlo, pero eh aquí que te las muestro en el instante en que te curo de ellas”.

En un salmo encontramos esta oración: “Recuerda, Señor, que tu ternura y tu misericordia son eternas. No abandones la obra de tus manos”. Osadía impresionante la de recordarle a Dios lo que es, tierno y misericordioso.

Porque entre varios ojos vemos más, queremos construir una mejor web para ustedes. Los invitamos a reportar errores de contenido, ortografía, puntuación y otras que consideren pertinentes. (*)

 
Título del artículo
 
¿CUÁL ES EL ERROR?*
 
¿CÓMO LO ESCRIBIRÍA USTED?
 
INGRESE SUS DATOS PERSONALES *
 
 
Correo electrónico
 
Acepto Términos y Condiciones Productos y Servicios Grupo EL COLOMBIANO

Datos extra, información confidencial y pistas para avanzar en nuestras investigaciones. Usted puede hacer parte de la construcción de nuestro contenido. Los invitamos a ampliar la información de este tema.

 
Título del artículo
 
RESERVAMOS LA IDENTIDAD DE NUESTRAS FUENTES *
 
 
INGRESE SUS DATOS PERSONALES *
 
 
Correo electrónico
 
Teléfono
 
Acepto Términos y Condiciones Productos y Servicios Grupo EL COLOMBIANO
LOS CAMPOS MARCADOS CON * SON OBLIGATORIOS
Otros Columnistas