Vi hace poco un documental sobre la “Tragedia de Hillsborough” ocurrida en Inglaterra en 1989 donde 96 personas murieron aplastadas contra las vallas de un estadio mientras asistían a un partido de fútbol. El gobierno de la época señaló a los hooligans como responsables del hecho, pero la investigación fue reabierta y en el 2012 concluyó que fue el exceso de aforo y el estado del recinto lo que provocó el desastre.
La apertura de la investigación fue espoleada por los familiares de las víctimas que, como parte de su dolor, sentían una tremenda injusticia frente a la forma en que quedaron registrados los hechos en la historia. Al final, la verdad de lo ocurrido y el reconocimiento les trajo tranquilidad y paz como lo admitía una señora al cerrar...