Quizás haya escuchado a alguien lamentarse de su cuerpo porque se ve diferente después de un año de encierro.
Era inevitable. La pandemia nos ha vuelto más sedentarios y muchos de nosotros hemos buscado consuelo en la comida. Y donde hay inseguridad e infelicidad, hay empresas que buscan ganar dinero. Así que aquí vienen los especuladores de la pérdida de peso, los comerciantes de la miseria disfrazados de proveedores de “bienestar”.
Están buscando recuperar el dinero que perdieron durante 2020 y algo más. En un año normal, el negocio de la pérdida de peso aumenta en enero y se fortalece durante la primavera y el verano. El año pasado no fue normal. Hubo bocados por estrés.
Y, sinceramente, con una pandemia mundial por la cual preocuparse, ganar peso no parecía un gran problema. No es de extrañar que muchas empresas de adelgazamiento sufrieran un golpe financiero. Según Marketdata Enterprises, una firma de investigación, la industria de la dieta en general de EE.UU. alcanzó un nuevo pico de US$78 mil millones en 2019, pero perdió el 21 por ciento de su valor en 2020.
¿Esa caída correspondió con el aumento de peso simultáneo entre los estadounidenses que de repente no pudieron llegar a sus pesajes semanales o abastecerse de sus batidos sustitutos de comida? Depende de cuáles datos crea. Un estudio publicado en la revista Obesity encontró una disminución global en algunos comportamientos saludables: los encuestados comieron más alimentos procesados e hicieron menos ejercicio.
Pero la investigación de una empresa que fabrica básculas conectadas a Internet, Withings, pintó una imagen diferente. La compañía francesa analizó datos de cinco millones de básculas inteligentes, relojes inteligentes híbridos y termómetros inteligentes, y descubrió que las personas realmente perdieron peso en 2020, o tenían más probabilidades que en otros años de alcanzar sus objetivos de pérdida de peso, si los tenían. (Por supuesto, aquellos que poseen tales dispositivos son un grupo autoseleccionado que probablemente estaba tratando de perder peso).
En cualquier caso, la industria de la pérdida de peso no permitirá que la falta de datos debilite su entusiasmo por convencer a los estadounidenses de que sí, engordamos y que ahora tenemos que levantarnos de nuestros sofás y volver a estar en forma –comprando su aplicación, inscribiéndose en su servicio de entrega de comida o inscribiéndose en su programa. A estas entidades corporativas se han sumado los regaños autónomos, las personas que no van a perder la oportunidad de sentirse superiores a sus amigos gordos del barrio. Las revistas están llenas de resúmenes de aplicaciones dietéticas.
De repente, mi cuenta de Twitter está llena de anuncios de aplicaciones de ayuno intermitente; en Instagram, son fajas moldeadoras por todos lados y suplementos para quemar grasa.
Puede consumir una gran cantidad de este marketing sin siquiera escuchar las palabras “peso”, “dieta” o “calorías”. La industria de la dieta se ha vuelto impresionantemente sutil. Todo el mundo sabe que las dietas no funcionan a largo plazo; palabras de moda como “bienestar” y “fuerza” han reemplazado a “dieta” y “calorías”. Se trata de ser “el mejor tú” que puedes ser, un tú que es significativamente más delgado que el tú en este momento.
Tengo una palabra para usted: resista.
Como todos debemos saber ahora, las dietas no funcionan. Estudios demuestran que el 41 % de las personas que hacen dieta ganan más peso en el transcurso de los siguientes cinco años del que perdieron, y los que hacen dieta tienen mayor probabilidad que quienes no las hacen a volverse obesos en los siguientes 15 años.
No hay nada de malo en tomar medidas para mejorar su salud. ¿Quiere agregar más frutas y verduras a su dieta o volver a los entrenamientos regulares? Adelante. Salga, ahora que podemos hacerlo de nuevo. Pero no tiene que inscribirse en un programa, descargar una aplicación o comprar comidas congeladas para hacer nada de esto.
Después de todo lo que hemos soportado, y mientras la crisis sigue asolando el mundo, cada uno de nosotros debería apreciar el cuerpo que nos ayudó a superarlo, en lugar de castigarlo porque no le sirven los jeans ajustados del año pasado
