Alfredo Concepción Castillo, rector de la institución educativa Puerto Cesar, del municipio de Turbo, recibió un comparendo el 10 de octubre del año pasado. El valor de la multa era de 322.170 pesos. Según se le informaba, su vehículo se encontraba en Medellín en el kilómetro 7 con tramo 300 y cometió la infracción C 29. No decía más.
¡Oh, sorpresa la de Castillo!, pues el particular asunto —que parece se está convirtiendo en algo recurrente para otros conductores—, es que él ni su carro estaban en Medellín en la fecha de la supuesta infracción. Él mismo demostró que ese día estaba en Turbo en un evento educativo que contó con funcionarios del Ministerio de Educación. Fue ocho meses después, cuando quiso adquirir una moto, que encontró en el...