Que Tomás González presente una nueva novela siempre será una noticia literaria gratísima. Es que así los silencios de un buen escritor sean comprensibles, incluso necesarios, cuando uno termina cualquier obra de él da síndrome de abstinencia ¿Cuándo saldrá la otra? Me pregunto casi siempre.
Su última novela se llama “Las noches todas”, salió hace pocos días, y es una de esas obras que uno bebe despacio, como si no quisiera que se acabara, y como uno sabe que acabará, pues uno piensa, al menos a mí me pasó, en volver a empezarla de nuevo. Yo la leí dos veces, casi de inmediato, y apenas volví sobre ese primer párrafo quedé una vez más atónito: “Visité una tarde a mi hermana mayor y le anuncié que había decidido disminuir al máximo mis relaciones...