Grotesco espectáculo el que nos vienen presentando por estos días, no solamente los diferentes medios de comunicación sino, también, muchos rectores de planteles educativos y organizadores de eventos culturales, quienes, parece ser, consideran “in” o de alta intelectualidad, contar con la presencia de los narcoterroristas de las Farc, como si se tratara de grandes celebridades y no de los más sanguinarios verdugos que ha tenido el país.
Suficiente afrenta para los colombianos (la mayoría), tener que ver esos individuos pavonearse orondos por todas las ciudades, rodeados de escoltas y viajando en aerolíneas comerciales o privadas, obviamente, en primera clase, sin haberle dado antes la cara a la justicia y sin haber entregado las armas, como para...