El Museo Casa de la Memoria (Mcm) fue cerrado parcialmente por un daño en el aire acondicionado que amenaza la conservación de archivos de derechos humanos, testimonios de víctimas del conflicto y material bibliográfico albergados en unas instalaciones que requieren refrigeración.
¿Desatienden los derechos de las víctimas y nos quieren convencer de que el problema es un aire acondicionado? ¿Creen que deficiencias de concepción y gestión de la memoria histórica se solucionan con $200 millones para un arreglo técnico?
Antes que un sitio histórico / pedagógico / turístico, el Mcm es una vía de reparación a las víctimas del conflicto, directamente vinculada a derechos como la verdad y la no repetición.
Los dos problemas que hoy hacen visible el caos del MCM son la punta del iceberg. (1) El presupuesto: la alcaldía de Daniel Quintero le asignó $15.397 millones para el período 2020-2023, 12 % menos que en 2016-2019 (que ya era exiguo). Están operando con $5.239 millones, el segundo peor presupuesto desde su inicio. En esta Alcaldía se envalentonan para criticar a Iván Duque y su mezquindad con la paz... pero hacen lo mismo en Medellín. (2) En 2020, Quintero designó como director a Jairo Herrán, candidato de Colombia Humana para la Alcaldía y expersonero; cuya experiencia con derechos humanos es insuficiente para liderar el Museo de la Memoria de una ciudad con la historia de violencia, estigmatización y desigualdad de Medellín.
Sobre la relevancia del liderazgo, María Emma Wills Obregón escribió en Memorias para la paz o memorias para la guerra (Editorial Planeta, 2022): “Las batallas en torno a la memoria son dinámicas y sus resultados dependen del acumulado de poder que alcancen sus gestores a través de sus prácticas en los territorios, las alianzas que tejan y las plataformas de resonancia que logren desencadenar”.
La raíz de la crisis del Mcm coincide con la del Centro Nacional de Memoria Histórica (Cnmh): la designación del director depende del gobierno de turno. Si Duque nombró a un negacionista y adalid de la memoria oficial como Darío Acevedo (quien acaba de renunciar), Quintero designó a una ficha política sin competencias para el cargo. La elección debería estar en manos de académicos o comités independientes de expertos.
El presupuesto debe asignarse sin depender del capricho de cada mandatario.
En su capítulo “Hallazgos y recomendaciones”, la Comisión de Esclarecimiento de la Verdad sugiere: “Medidas para garantizar la preservación, financiación, construcción y fortalecimiento de los lugares e iniciativas de memoria y la declaración de nuevos lugares, especialmente en sitios donde hayan ocurrido graves violaciones de Derechos Humanos e infracciones al derecho internacional humanitario”.
El Mcm debe ser sometido a un monitoreo que vele por los derechos de las víctimas. La Jurisdicción Especial para la Paz adoptó medidas cautelares sobre el Cnmh para proteger colecciones, el patrimonio narrativo: lo hizo por petición de las víctimas. Medellín podría seguir la misma ruta.
El Mcm está sin aire. Lo están asfixiando.
Las víctimas tienen la palabra