Este torturado mundo nuestro es insondable en sus penas. Lo decía muy bien Calderón de la Barca en sus famosos versos de La vida es sueño: “Cuentan de un sabio que un día / tan pobre y mísero estaba, / que sólo se sustentaba / de unas hierbas que cogía. / ¿Habrá otro, entre sí decía, / más pobre y triste que yo?; / y cuando el rostro volvió / halló la respuesta, viendo / que otro sabio iba cogiendo / las hierbas que él arrojó”. Ahora mismo estamos abrumados, aplastados, por la tragedia de Siria, por el acabose de las armas químicas, por la tensión creciente. Nos parece que nos encontramos en lo más profundo del infierno, y desde luego se trata de un drama infernal. Pero la cuestión es que en este planeta hay otras tragedias similares que ni...