Enredados en la guerra diplomática y mediática, con una brutal crisis humanitaria por los miles de desplazados venezolanos que llegan a chorros a Colombia, el canciller Carlos Holmes ha destapado el frustrado intento de magnicidio contra el presidente Duque. Desconocemos por ahora el grado de precisión con el que los detenidos, con pasaporte venezolano y 22 añitos, habían urdido su plan. Tampoco se ha desvelado aún su vinculación al enloquecido régimen lisérgico de Caracas, ya fuera como miembros del Servicio Bolivariano de Inteligencia, el temido Sebín, o de la Guardia Nacional Bolivariana. Holmes tan solo lanzó la bomba sin mayores precisiones: desde hace varios meses se investigan posibles atentados contra la vida del presidente con la colaboración...