Por fin se dio un gran paso para el fin del conflicto armado con las Farc. Un paso como nunca antes habíamos visto entre tantos intentos de la tan aplazada paz. Hoy estamos ad portas —a seis meses— de que la guerrilla más antigua del mundo entregue sus armas y asuma la legalidad desde la actividad política.
Son muchas las regiones del país que sufrieron la confrontación armada de las Farc. Ahora, el gran reto es que quienes pertenecen a esta guerrilla puedan sentirse parte de un Estado generoso y responsable. Garantizar la presencia de las instituciones del Estado en cada rincón del territorio donde los grupos armados han operado libremente, es una condición fundamental para que la paz sea duradera y sólida. Y de suma importancia: evitar que...