Las basuras, los residuos sólidos residenciales e industriales, tan estorbosos y depreciados, pueden convertirse en fuente de ingresos si supiéramos aprovecharlos. Y, es muy lógico, si sabemos de qué se trata.
Resultan varias clases de residuos: Orgánicos naturales que son los residuos de alimentos, frutas, legumbres, plantas, los resultantes de las podas, etc. Residuos orgánicos no naturales como el papel, cartón, telas, cueros, los que también se pueden considerar combustibles. Residuos combustibles como plásticos, caucho y todos los derivados de hidrocarburos. Y los residuos no combustibles como el vidrio y metales. Todo esto va a los rellenos sanitarios tan contaminantes, estorbosos y molestos. Si los supiéramos aprovechar, se podrían convertir en fuente de ingresos.
Los rellenos sanitarios contaminan con sus emanaciones, olores y, sobre todo, los venenosos y dañinos lixiviados. Atraen a las aves carroñeras, que se vuelven un peligro en las proximidades de algunas actividades como los aeropuertos. El transporte de los residuos a los rellenos se ha convertido en un estorbo y peligro en las carreteras. Ese transporte aumenta los costos para un material inservible e improductivo. Hay que aplicar soluciones a estos problemas.
Hay que montar plantas de clasificación de residuos, que se separen los orgánicos naturales del resto, los primeros se pueden aprovechar en producción de gases para generación eléctrica. Plantas de combustión y plantas de biogás. Transformarlos en abono.
Se pueden montar plantas de combustión con los papeles, cartones, telas, plásticos y demás residuos sólidos, para producción de calor y energía eléctrica, además que las cenizas y escoria se pueden aprovechar para asfaltos y cementos.
A lo anterior, sobre el problema de los rellenos sanitarios, podemos agregar la falta de grandes extensiones de terrenos para llevar los residuos sólidos, la lógica oposición de las comunidades para la construcción de estos depósitos de desechos en sus cercanías, la contaminación y olores que producen, el problema del manejo de los lixiviados. Además, en lugar de un problema, el buen manejo de los desechos se puede convertir en fuente de ingresos para los municipios y la comunidad.
Por eso el nombre que se ha puesto a un programa que se desarrolla para la solución del problema del tratamiento a los residuos sólidos de los hogares y las empresas industriales: “Waste to Energy”. Es decir: De basuras a energía.
Todo lo anterior, para que pensemos que sí hay soluciones para el problema que se presenta en todas las ciudades colombianas, que tenemos que salir del subdesarrollo con las soluciones que nos da la tecnología y que podemos aprender de los países más desarrollados.
Les cuento a mis lectores que, para el 2, 3 y 4 de diciembre, la SAI –Sociedad Antioqueña de Ingenieros y Arquitectos– y el Consejo WTER Colombia, han organizado la III Conferencia Panamericana de Waste to Energy. Se trata de aprender y aprovechar los residuos sólidos, las basuras, y no seguir con el problema de los rellenos sanitarios que tantas pruebas nos han dado de sus problemas e inconvenientes.