Las perspectivas económicas para el año 2016 lucen menos desfavorables de lo que se percibía en enero. Algunos de los temores recientes se han moderado, o han resultado infundados. La acentuada caída del precio internacional del petróleo parece haberse detenido. La decisión de la Reserva Federal de posponer un eventual aumento de la tasa de interés de referencia reduce el riesgo de que ocurra una salida abrupta de capitales de corto plazo. El sistema eléctrico nacional logró sortear la amenaza de un colapso. La corrección observada de la tasa de cambio le ha permitido al aparato productivo del país recuperar segmentos del mercado interno de bienes transables que estaban siendo atendidos por importaciones.
La economía se está ajustando al deterioro...