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Todos son los que se han sacrificado por nosotros. Además, quienes engañados han caído por ignorancia, hasta quienes han sacrificado sus vidas por una causa mentirosa.
Supe, que hasta ayer, 366 policías han sido heridos por unos vándalos que salen a las calles a delinquir, actuando como idiotas útiles que son y que no han podido explicarnos, en ninguna de las entrevistas que he escuchado, una sola razón valedera para atentar contra los sacrificados servidores públicos, contra los negocios particulares, contra los establecimientos públicos, contra las universidades que dicen defender, contra el transporte público y contra el futuro de Colombia y de los colombianos.
Elevo oraciones por la teniente de la policía que sufrió tres fracturas en el rostro, de manos de estos vándalos que la golpearon sin poderse defender. Elevo oraciones por tres agentes de la policía asesinados en Santander de Quilichao y por los 366 policías heridos por defender a la patria. Oro por Arnoldo, patrullero a quien, en la Universidad Surcolombiana en Neiva, le estallaron una papabomba en la cabeza mientras cumplía con su deber de defendernos a los colombianos de las turbas delincuenciales. Lo grave es que los policías, que tienen las armas que les da el Estado de Derecho para defendernos y para defenderse, no pueden hacer uso de ellas por temor a que la justicia se haga del lado de los delincuentes.
Admiro el valor de la hermana de Dilan Cruz quien, al lamentar la muerte de su hermano, no acusa a las autoridades por el hecho lamentable ocurrido. Ahora ese hecho tiende a aclararse ya que un estudiante de enfermería, quien llegó de primero a atender a Dilan, encontró que el golpe que sufrió la víctima no fue por el artefacto lanzado por el policía que se defendía, sino una cantidad rara de perdigones.
Me pregunto si los vándalos tienen el derecho a destruirlo todo, de atentar contra la vida de las personas, de interrumpir las actividades de los demás, de atentar contra los bienes públicos y particulares mientras las autoridades instituidas para defendernos ¿no pueden actuar? La Constitución de 1991, por lo menos que yo recuerde, en ninguna parte dice eso.
Pasan los días, llevamos ya la semana y los vándalos siguen delinquiendo, atentando contra la vida de los sacrificados policías y contra la población civil que nada tiene de culpa en la situación que ellos, los vándalos, dicen que es la causa de su actitud delincuencial.
Ya lo habían dicho Diosdado Cabello, y Maduro, amigos de Petro, de Barreras, de los guerrilleros, de Iván Cepeda y de tantos otros apátridas, que lo que pasaba en Chile, en el Perú y en otros países suramericanos ya llegaría a Colombia. Llegó con una fuerza inusitada, con elementos de guerra novedosos como son los rayos láser que utilizan contra la policía.
Según la lógica y el Derecho, según entiendo, los responsables de todos estos delitos son los organizadores de los paros y las manifestaciones. Ellos deberán responder ante la justicia y ante los colombianos.
Que Dios nos tenga de su mano y salve a Colombia. Que toda Colombia ore por los policías sacrificados, heridos y muertos, así como lo hace por Dilan.
