Dicen que se está acabando el noviazgo y tal parece que así es, porque el proceso de establecer una relación de pareja definitiva es hoy muy distinto a lo que fue hace unos años. Ser novios solía ser una relación que acordábamos con una persona por quien sentíamos una atracción mutua y luego nos “ennoviábamos”, es decir, establecíamos una relación de amor exclusiva con miras a casarnos.
Sin embargo, hoy ese proceso es casi inexistente y tanto los jóvenes como los no tan jóvenes tienen toda suerte de relaciones que ya no son un noviazgo, en el sentido exacto de la palabra, sino algo más que una amistad... pero sin un compromiso exclusivo y definitivo. En esta modalidad es válido tener hasta intimidad sexual, a menudo, sin exclusividad. Como consecuencia,...