En el contexto social y cultural colombiano, el maltrato y abuso infantil y juvenil, son prácticas muy comunes y arraigadas –sustentadas en muchos casos-, como modos de formación, corrección y control, que trasciende la herencia cultural y social, con serias implicaciones físicas y sicológicas (baja autoestima, daño emocional, introversión, como las más representativas), derivadas del abuso físico, sexual, maltrato verbal, falta de atención (salud, nutrición, recreación), trabajo infantil, abandono y pedofilia. En muchos casos, estas prácticas no son consideradas como una forma de maltrato o abuso dentro del hogar o en ambientes educativos o en determinados niveles socioeconómicos; la creencia de violencia intrafamiliar, exclusiva en ambientes...