Estoy plenamente de acuerdo con mi colega columnista Luis Fernando Múnera López, cuando en su columna del pasado 29 de junio, en El Mundo, clama para que las Empresas Públicas de Medellín se conviertan en el motor del desarrollo social de la ciudad, porque hoy no lo es.
El objetivo de las EPM no debería ser, como lo declaró su gerente Juan E. Calle, convertirse en el 2022 en una de las 50 empresas más rentables de Latinoamérica; y esto, por una razón muy simple: porque su objetivo social principal no es el lucro, sino el “bienestar general y el mejoramiento de la calidad de vida de la población”.
Hoy nos dicen por todos los medios publicitarios que en el Valle del Aburrá tenemos los mejores servicios públicos domiciliarios del país, y así es...