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¿Reclutar para matar o reclutar para morir?

Por Ana Cristina Restrepo Jiménez - redaccion@elcolombiano.com.co

Abril 25: Entra un mensaje a mi WhatsApp: “Hola, Ana Cristina. ¿Han tomado alguna decisión sobre la libreta [militar]?”. Es el más reciente de los intercambios que, desde el 17 de agosto de 2021, sostengo con un tramitador que ofrece “salvar” a mis mellizos del servicio militar. Abril 26 y 27: Escucho más de veinte horas de testimonios, como el de Jacqueline, la hermana de Jaime Castillo, un vendedor de dulces y limpiador de vidrios, quien fue reclutado por el Ejército el 10 de agosto de 2008 en Álamos Norte, en Bogotá. Abril 28: En la Cinemateca Distrital asisto al estreno de Amparo, la historia de una madre de un barrio vulnerable de la Medellín de los años noventa. Trabajadora de una lavandería, cabeza de familia y madre de dos hijos, se entera de que detuvieron a Elías, su hijo mayor, por “ser un vago que no sirve para nada”. Tras ser reclutado como soldado regular para ir al frente de batalla, el joven de dieciocho años llora en el hombro de su mamá: “¡No me quiero ir!”. Sin dinero para costear la libreta militar, Amparo pasa por encima de sus principios morales para “salvar” a su hijo de la guerra.

¿Ser reclutado para después ser presentado falsamente como “baja en combate”... o ser reclutado para “defender la patria”, enfrentarse a muchachos también vulnerables y convertirse en una “auténtica” baja?

Un investigador del CTI le sugirió a Jacqueline que revisara si su hermano desaparecido estaba entre los cuerpos encontrados en Ocaña. Quedaban once cadáveres sin identificar. Tan pronto Medicina Legal le informó que Jaime figuraba como guerrillero muerto en combate, acudió a su mente la entonces reciente noticia de los “falsos positivos” de Soacha.

El director Simón Mesa Soto rinde homenaje a su madre con Amparo y plasma sus propias memorias en la película: “En mi adolescencia sentí pavor. Le pedí que no me dejara ir y ella contactó a un tramitador del mercado negro de libretas militares [...] el costo de la transacción era muy alto para una madre soltera de clase trabajadora”. En una de las escenas, Mesa recrea un momento de su infancia, cuando acompañó a su madre a un batallón y vio partir a su hermano mayor con un grupo de jóvenes, apiñado como ganado en camiones rumbo al servicio militar. Las de Jacqueline (audiencia Norte de Santander de la JEP) y Amparo (película colombiana en cartelera) son historias de guerra, corrupción y machismo.

¡Ni reclutar para matar ni reclutar para morir!

¿En qué momento macabro de nuestra historia se cruzan los hijos de mujeres como Amparo con los hermanos de otras, como Jacqueline? ¿Que se “salven” solo aquellos privilegiados que pueden costear la libreta? ¿Pagarle a una institución manchada con sangre inocente? ¿Cuántos ministros de Defensa, como Diego Molano, pasarán por mociones de censura? La reforma a las fuerzas militares es inaplazable, imprescindible, urgente para el próximo mandato 

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