Escucha, pequeño saltamontes: cuando seas muy mayor llegará un día en que dejarás de cumplir años. Te dará igual tener 70 que 80. A esa edad solo cumplirás estados de ánimo, periodos de salud o de enfermedad. Estar bien o sentirte mal será el único dilema, de modo que los análisis y radiografías tendrán mucha más importancia que el número de tacos de almanaque que lleves a la espalda. La vejez es, sin duda, una tragedia irreversible, pero solo algunos seres privilegiados son capaces de convertirla en una obra de arte. Atiende, pequeño saltamontes, a lo que pasa en la mesa. Si lo más dulce se guarda para el final, también puede suceder lo mismo en el postre de la vida. El deterioro físico siempre se produce por partes, cada órgano por separado,...