Mauricio Vieira V. - opinion@elcolombiano.com.co
La fuerza y la permanencia que ha aportado EL COLOMBIANO a favor de Medellín y contra los abusos y atropellos del actual y doloroso alcalde, Daniel Quintero, las agradecemos con el corazón todos los antioqueños a los que nos duele la ciudad y el país.
Ya sin la máscara de independiente que usó Daniel Quintero para ser elegido alcalde, y tras verlo sin vergüenza despachando junto a sus secretarios a favor del candidato Petro a la presidencia, tenemos que pensar en hacer visible, para todos, lo que está ocurriendo.
Ahora es cuando entendemos que esa tarea que tiene la alcaldía de hacer campaña política a favor del candidato Petro venía desde siempre como estrategia para tomarse Medellín y beneficiar así el futuro de la aspiración presidencial de Petro. Es bien sabido que aquí en Antioquia se puso al último presidente y que esta región es el punto flaco de Gustavo Petro.
Quintero era la ficha para generar un patrimonio político a favor del partido petrista, a través de burocracia y corrupción. Sin embargo, no contaba con la odiosa imagen que se ha creado él mismo y que ha generado que en Medellín nadie lo quiera, exceptuando a los enmermelados que comen de su mano.
Quintero nos enredó la revocatoria con el patrocinio de César Gaviria, su amigo íntimo, así que los antioqueños nos tenemos que reencontrar votando en masa contra Petro. Solo así lograremos que Quintero desaparezca del mapa político de Antioquia y, muy seguramente, de Colombia .