De una gran dificultad, nace una gran oportunidad. Es la gran enseñanza que nos queda a quienes escuchamos el testimonio de Susanita Posada, el pasado jueves 15 de noviembre con motivo del reconocimiento como mujer emprendedora entregado durante el Día de Emprendimiento Femenino. Ella se metió en las mesas desayuno de las familias de Medellín, con lo que ella dice que es su receta para emprender: amor, disciplina y perseverancia.
La historia de Susanita tiene mucho sentido por estos días, en que irónicamente la lucha por la equidad de las mujeres tiene mundialmente las banderas enarboladas en lo alto, hecho que contrasta con el escaso crecimiento de emprendimientos liderados por mujeres en América Latina. Entre las razones para que esta cifra...