Si descomponemos To Con E Pe M, quiero decir Todos Contra EPM. Así volvieron la tragedia de Hidroituango los envidiosos y los habituales enemigos de Antioquia y de su desarrollo. Tanta ha sido esa oposición contra esta región, que atacan las obras importantes que se hagan aquí, aun cuando ellas benefician a otras regiones de Colombia, pero son en Antioquia, pagadas por Antioquia y hay que atacarlas.
Ahora resultan los gobernadores de Bolívar, Córdoba y Sucre con que van a demandar a EPM por los daños ocasionados en la Mojana como consecuencia de las obras en el río Cauca, Hidroituango. No sabría decir si es la envidia, la mala fe o la ignorancia lo que los impulsa a tomar esa absurda decisión. O serán todas juntas.
Es tanta la responsabilidad y la buena fe de EPM, que soltaron las aguas de los embalses de Porce dos y Porce tres que, a su vez, reciben las aguas de Riogrande, Troneras, Tasajera y Guadalupe, decisión que en nada beneficiaba a los municipios antioqueños del bajo Cauca, con excepción de Nechí. Con esa acción, lo que hicieron fue beneficiar a la región de La Mojana y darle un caudal mayor del que normalmente recibe en épocas de verano. ¿La mortandad de peces ahora y de todos los años en la Ciénaga Grande también se la cargarán a EPM?
Colombia es curiosa; vuelan oleoductos, contaminan las aguas, acaban con los peces, envenenan los acueductos, destruyen la vegetación y no pasa nada, más bien premian a los responsables de ese crimen. Ejemplo: Juanpa -como le gusta que le digamos-. Se construye una central hidroeléctrica que beneficiará a todos los colombianos, se presenta una tragedia natural, sin víctimas gracias a la acción oportuna de EPM, con gran sacrificio de la empresa en sus finanzas, con la atención oportuna y eficaz a los afectados y con un gran golpe para el futuro de la empresa. A pesar de ese comportamiento ejemplar, algunos colombianos atacan a la empresa que ha hecho grandes sacrificios en bien de los colombianos desde antes y ahora frente a la emergencia.
La mentalidad del subdesarrollo que tenemos los colombianos nos ha llevado a que nos opongamos a todo lo que signifique progreso. Somos minimalistas como decía Álvaro Gómez Hurtado. Nos oponemos al desarrollo a pesar de la riqueza que Dios puso en nuestro territorio, nos oponemos a que otros avancen, atajamos el progreso. Por eso Petro tiene los votos que tiene, por eso elegimos a Juanpa -como le gusta que le digamos-, por eso no explotamos el petróleo que tenemos, por eso no tenemos una agroindustria fuerte. Andrés Felipe Arias está injustamente en la cárcel, porque trató de apoyar la agroindustria, fue engañado y está pagando el haber sido engañado, quienes lo engañaron gozan de plena libertad.
En lugar de oponernos a las obras importantes, debemos pagar las tarifas justas y apoyar, con el cumplimiento en los pagos, a las empresas prestadoras de servicios públicos. Recuerdo, cuando yo era niño, que en una esquina de Medellín se puso un gran termómetro para señalar el dinero que se recogía de los particulares para construir el acueducto de la ciudad. Hoy, con esas actitudes, tenemos a nuestras EPM, ejemplo de empresa pública eficiente y envidia de muchos.