Por Alejandro Usma Díaz
Respecto a los resultados electorales del pasado domingo, un comentario ciudadano: el ejercicio electoral debe ser un reflejo auténtico de la democracia. Cada quien tiene, según nuestro modelo constitucional, la libertad de elegir. Si elegimos mal o bien, la historia lo irá juzgando. Ella es árbitro y juez implacable. Y cada quien merece el respeto necesario en sus convicciones que impone la libertad en ese ejercicio tan serio de elegir.
Y, claro, la política es dinámica y sufre transformaciones, para bien o para mal. En ese sentido, y siendo quien esto suscribe de la corriente opuesta al alcalde electo, desde la orilla derrotada en las urnas en mi ciudad, con honesta gallardía felicito a quienes ven reflejados sus intereses e ideales en el triunfo del alcalde Daniel Quintero. Es obligación de sensatez querer que a nuestra ciudad le vaya bien, finalmente aquí vivimos, habitando juntos nuestra tacita de plata.
Hoy la vida continúa, los mismos familiares, compañeros, amigos, conocidos, trabajando, viviendo y anhelando ser la mejor ciudad. Quiera Dios que Medellín vaya por buen rumbo en lo venidero y que su sabiduría asista a su gobernante para nuestro bien.