Por Luis Hernán Tabares A.
Corporación Universitaria Americana
Administración, semestre 4
lhernanta@gmail.com
La economía de un Estado identificada como capitalista y sometida a la globalización como la colombiana tiene un circuito económico basado primero en las familias como oferentes y propietarias de las empresas pero que además demandan bienes y servicios.
Segundo, en los empresarios que, utilizando a las familias para producir, les pagan salarios pero también reciben utilidades por las ventas.
Tercero, en el Estado que da las pautas de la política económica y la monetaria; defendiendo la economía de libre mercado y la iniciativa privada. Y, por último, en los bancos que captan recursos de las familias. Quiere decir que una familia recibe el salario, saca para recreación, paga los servicios, arriendo, merca, compra ropa y calzado y si le queda dinero lo puede ahorrar para eventos futuros.
Los ingresos corrientes del Estado provienen de los impuestos que también pagan las familias. Y, que una vez recaudados invierte gran parte para las necesidades primarias de estas como lo son la vivienda, salud y educación.
Así las cosas, entre los impuestos siempre me ha llamado la atención el que en nuestro país es conocido como Impuesto sobre las Ventas o IVA.
Por este, en nuestra economía encontramos los bienes y servicios clasificados en: gravados como: implementos para el aseo personal y de la casa, los embutidos, yogures, mantequilla, la ropa, el calzado, electrodomésticos, y un gran etcétera, por los cuales cada que compremos, pagamos impuesto del 19 %. Igualmente, cuando compramos azúcar, café, harina o comida para las mascotas, pagamos un IVA del 5 %. También hay bienes exentos como huevos o verduras y excluidos como la leche a los que el Gobierno intentó gravar en la última reforma tributaria pero no pudo debido a las protestas.
El anterior impuesto recae en el consumo o consumidor final, responsable solo de pagar sobre el valor que se agrega a un bien que va a adquirir.
Tal vez el Gobierno se dio cuenta de lo injusto de este impuesto y surgió como su iniciativa programar en 2020 dos días en que podremos hacer compras y los comerciantes no nos cobrarán el IVA.
Se puede afirmar que el IVA es inequitativo, por cuanto es un impuesto que se paga sin considerar la capacidad económica del contribuyente, es un impuesto regresivo.
¿Podría el Gobierno durante el tiempo que dure la pandemia quitarlo para los más pobres de Colombia?
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