Causó preocupación entre los amantes del café la noticia divulgada recientemente acerca de la posibilidad de que se extingan algunas especies silvestres de esa planta, amenazadas por la pérdida de su hábitat y el calentamiento global. Científicos del Royal Botanic Gardens, Kew, publicaron los resultados de una investigación al respecto (Journal of Science Advances, High extinction risk for wild coffee species), con la conclusión de que el 60 % de 124 especies silvestres está en riesgo. La especie silvestre de café arábica ya fue clasificada como especie en peligro.
El estudio recuerda que actualmente el comercio mundial de café está basado en dos especies: Arábica (Coffea arabica) con 60 % del café comercializado, y Robusta (Coffea canephora) para el restante 40 %. Existe una tercera especie relativamente difundida la llamada Libérica (Coffea Liberica), la cual es insignificante en términos del comercio internacional del grano, aunque tiene alguna importancia en el desarrollo de otras variedades. La Arábica es un híbrido que se dio hace cientos de años de forma natural entre dos especies silvestres (C. canephora and C. eugenioides) en Etiopía y el Sur de Sudan. Por su parte, los primeros cultivos de Robusta se registraron por primera vez en África a principios del siglo XIX.
Para las grandes especies domesticadas la extinción de las especies salvajes es muy peligrosa y pone en riesgo la sostenibilidad de largo plazo de la actividad cafetera. En las semillas de las especies silvestres puede estar la clave para obtener resistencia frente a las enfermedades y el calentamiento global. En esas especies en peligro puede estar la caficultura del futuro.
La demanda de café está creciendo, pero hay mucho temor de no poder satisfacerla en el futuro. En el mundo se consumieron en el año cafetero 2017/2018 unos 162,2 millones de sacos de café. Es más, a nivel global hay muchas actividades relacionadas con la producción de café, desde la finca hasta el consumidor, con una industria gigantesca que da sustento a 100 millones de personas a lo largo del planeta, buen parte ellas dedicada a la pequeña producción. Para muchos países, incluida Colombia, las exportaciones de café son una parte importante del total de sus ventas externas y para muchos agricultores una parte sustancial de sus ingresos.
Las condiciones del mercado mundial del café han cambiado de forma importante desde los años noventa. Se han incrementado el nivel y la volatilidad de los precios, ha crecido el consumo de la variedad robusta frente a la arábiga y se ha consolidado un mercado de cafés especiales que hoy representan cerca del 20 % de la demanda mundial.
Ese mundo cafetero está en riesgo sin un gran esfuerzo mancomunado para preservar las especies silvestres. Es necesario crear áreas protegidas para su conservación, como ya se está haciendo en Etiopia para el caso del café Arábica. También es fundamental fortalecer los bancos de germoplasma, así como conservar las plantas vivas y apoyar los bancos de semillas. Todo sea por el café