Soy un convencido del acierto que representa la decisión y compromiso de terminar el conflicto armado y continuar solucionando nuestras diferencias mediante la palabra. Comparto la visión estratégica de quienes han liderado el proceso y creo que esa es la mejor opción para la sociedad colombiana. En tal sentido, no me cabe duda de que avanzamos en la dirección correcta. Sin embargo, en el camino recorrido durante la fase del pos acuerdo, se han cometido un sinnúmero de errores que pueden dar al traste con tan caro y laudable propósito. Es un claro ejemplo de cómo la táctica puede destruir la estrategia y de cómo las sinuosidades de las partes des-configuran el todo.
Pareciera que los principales errores están en la poca previsión, en el pobre...